Un video que circula en redes sociales ha desatado una ola de comentarios por lo insólito de la situación: un hombre, identificado como empleado de una finca, impide que otra persona se bañe en un río, alegando que “el dueño” le ha llamado la atención porque ese río “le pertenece”.
La escena, que parece sacada de una comedia, pone sobre la mesa una realidad preocupante: el desconocimiento de que los ríos son bienes públicos, protegidos por la ley y destinados al uso común. Pretender apropiarse de un recurso natural como un río no solo es ilegal, sino también un atentado contra el derecho colectivo de acceder al agua y disfrutar del medioambiente.
Este tipo de actitudes —aunque pintorescas— deben ser denunciadas y corregidas, no solo por la opinión pública, sino por las autoridades competentes. No se trata solo de un video viral, sino de una oportunidad para recordar que la naturaleza no tiene dueño, y que su cuidado y acceso son responsabilidad de todos.
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