Las desapariciones en República Dominicana: un problema silenciado que exige respuestas.

El Portal News RD 🇩🇴

En República Dominicana, hablar de desapariciones suele incomodar. Son historias que se mencionan en voz baja, con un dejo de incertidumbre y miedo. Padres, madres, hijos y amigos quedan sumidos en un limbo doloroso cuando alguien cercano desaparece sin explicación, y las instituciones, en muchas ocasiones, no responden con la celeridad y la rigurosidad que el drama humano requiere.

Las desapariciones no son simples estadísticas. Cada nombre ausente es un vacío en un hogar, un proyecto de vida truncado y una herida abierta en la sociedad. Sin embargo, lo más preocupante no es solo la desaparición en sí misma, sino la sensación colectiva de impotencia frente a un sistema que no logra articular mecanismos eficaces de prevención, investigación y acompañamiento a las familias afectadas.

En países con realidades semejantes, la experiencia demuestra que la ausencia de una estrategia integral termina profundizando la desconfianza hacia las autoridades y debilitando la cohesión social. En nuestro caso, si no se abordan estas desapariciones con firmeza y sensibilidad, corremos el riesgo de normalizar lo inaceptable: que un ser humano pueda simplemente “esfumarse” sin que nadie rinda cuentas.

Creo firmemente que la República Dominicana necesita un Sistema Nacional de Búsqueda que trascienda la burocracia y articule la acción de la Policía Nacional, la Procuraduría, Salud Pública, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses y, de manera fundamental, a la sociedad civil.

Este sistema debería contemplar:

  1. Un protocolo único y obligatorio, para activar la búsqueda de inmediato, sin la espera de las famosas “48 horas” que tanto han retrasado casos vitales.
  2. Una unidad especializada en desapariciones, con agentes capacitados en criminología, psicología forense y manejo de datos tecnológicos.
  3. Un registro digital público y actualizado, que permita dar seguimiento a los casos, con transparencia y trazabilidad.
  4. Campañas de prevención y educación ciudadana, porque la comunidad también debe ser parte activa en la identificación de riesgos y en la protección de los más vulnerables.

Un compromiso humano

Más que una propuesta técnica, esta visión responde a un compromiso humano: la vida y la dignidad de cada dominicano deben ser una prioridad incuestionable. No podemos permitir que la indiferencia estatal y social se convierta en un segundo abandono para las familias de los desaparecidos.


Publicar un comentario

0 Comentarios