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Por: Joaquincito Bocio Familia. |
Si eres abogado, estudioso o aficionado del derecho penal, te invito a que te detenga a observar las tres figuras jurídicas que destruyen una acusación penal que se le haya hecho contra a tus patrocinado, sin importar lo fuerte que sea el reproche social al hecho cometido.
La Defensa Penal y sus Baluartes: La No Existencia, Insuficiencia e Ilegalidad Probatoria.
En el intrincado laberinto del sistema de justicia penal, la defensa del imputado se erige como un pilar fundamental para garantizar un juicio justo y equitativo. Dentro de su arsenal de estrategias y argumentos, tres instituciones jurídicas brillan con luz propia: la no existencia probatoria, la insuficiencia probatoria y la ilegalidad probatoria. Comprenderlas es esencial para cualquier ciudadano interesado en la correcta administración de la justicia.
En primer lugar, la no existencia probatoria se refiere a la ausencia absoluta de pruebas que sustenten la acusación. Es decir, el Ministerio Público presenta un caso sin aportar elementos de convicción que vinculen al imputado con el hecho delictivo. En estas situaciones, la defensa argumenta que la falta de pruebas sólidas debe conducir a una sentencia absolutoria, ya que la carga de la prueba recae íntegramente en la acusación.
En segundo lugar, la insuficiencia probatoria se presenta cuando, si bien existen algunas pruebas, estas resultan débiles, ambiguas o contradictorias, generando una duda razonable sobre la culpabilidad del acusado. No se trata de una ausencia total de pruebas, sino de una carencia de elementos de convicción con la fuerza necesaria para derribar la presunción de inocencia que ampara a todo individuo. En este escenario, la defensa buscará resaltar las inconsistencias y la falta de solidez de las pruebas presentadas.
Finalmente, la ilegalidad probatoria ataca la validez de las pruebas obtenidas con violación de los derechos fundamentales o de los procedimientos legales establecidos. Si una prueba se obtuvo mediante tortura, allanamiento ilegal, interceptación telefónica sin autorización judicial o cualquier otro método ilícito, la defensa puede solicitar su exclusión del proceso. La inadmisibilidad de pruebas ilegales busca preservar la integridad del sistema judicial y sancionar las prácticas que vulneran las garantías individuales.
Estas tres instituciones jurídicas son herramientas cruciales en manos de la defensa penal para asegurar que nadie sea condenado injustamente. Su correcta invocación y argumentación ante los tribunales son vitales para proteger los derechos de los imputados y fortalecer la confianza en un sistema de justicia que debe basarse en pruebas lícitas, suficientes y, sobre todo, existentes. La sociedad dominicana debe conocer y valorar la importancia de estos baluartes de la defensa en la búsqueda de la verdad y la justicia en cada caso penal.
En reflexión te puedo decir sin temor a equivocarnos , que no habrá sanción penal en un tus defensa siempre que pueda hacer alusión precisa de estas columnas jurídicas en proceso penal.
Joaquincito Bocio Familia.
Penalista y procesalista.
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